Hoy, a tus 40 te digo (Para Lucía)

Hoy… ya a tus cuarenta… te digo…
que tal vez yo tuve y tenga cuarenta motivos
para vivir amando esta sinrazón de amarte… 
Sí… puede que encuentre cuarenta razones... 
o quizá setecientas setenta y siete... 
 
Siempre supe que te quise,
creo que desde que te vi… ya éramos sin pensarlo
más de lo que todos creían que veían…
Tú no lo admitías… yo lo negaba porque no lo creía…
pero justo después de saltar las alarmas y los vetos…
llegó el ímpetu de aquellos besos enemigos de la ropa…
y decidiste venir a complicarte la vida conmigo…
 
Hoy a tus cuarenta te digo…
gracias… por creer en mí y no en habladurías de malos ojos…
por elegir mis labios para tus noches,
por desordenarme la vida con tu sonrisa…
por partir en dos aquel absurdo mundo de las apariencias,
por esos ojos que hacen temblar mis costuras…
por dejarme sosegar tus dolores y cerrarte las heridas abiertas,
por tu saber instalar la calma en mis tormentas,
por ser “la culpa” y la causa en todas las canciones de Vanesa…
 
Me enamoré porque creo que me besaste el alma
y yo… solo conocía los besos de la piel…
Y, un buen día, decidimos nuestro rumbo
y ponernos por montera el mundo…
Surcamos el cielo planeando muy alto…
volamos a ras de suelo… y también muy bajo
mientras nos seguían creciendo las alas…
y… fuimos improvisando una vida…
Han pasado 23 veranos… ¡quién lo diría!
y aún me liberas, me acompañas, me llenas y me vacías…
seguimos navegado juntas… contra vientos y mareas…
y… creo que le hemos marcado algún que otro gol por la escuadra…
a aquel «no es amor» agorero y descosido…
 
Hoy a tus cuarenta te digo…
gracias por seguir a mi lado en mi guerra,
por estar al otro lado de mi mano cruzando la selva…
por aquel primer beso que hizo estremecer mi boca…
por dibujar aquel rotundo “SÍ” en nuestro “ahora o nunca…”
por permitirme poner tu mundo patas arriba,
por ser mi arriesgada locura más cuerda…
por ser la debilidad de mi fortaleza,
por dar sentido a los días y pintar mi vida de primavera…
por encajar en mis brazos y estar siempre a mi vera…
 
 
Me regalas tu tiempo, tus oídos, tus manos y tu sonrisa…
reordenamos nuestros sueños compartidos…
los que tuvimos, los que cumplimos y los que se fueron…
Tengo grabado en mi cabeza las líneas de tus ojos,
las curvas de tu cuerpo y los colores de tu risa…
los aromas de café y de sábanas dormidas…
y sé que te amo porque te extraño en cuanto te ausentas…
 
Así que… hoy a tus cuarenta te digo…
 
gracias por nuestro futuro… lleno de recuerdos…
por nuestras incansables charlas serenando atascos y fuegos…
por ser mi “yo también” en los abrazos,
por el silencio elocuente de todas las respuestas,
por estar en cada rincón de mis noches
y cuando al sol le da por madrugar cada mañana…
por tus inesperadas caricias en mi historia favorita,
por hacerme sentir feliz con tan solo mirarte…
 
Hoy a tus cuarenta te digo…
que no sé sentir a medias ni quererte solo a ratos,
que, si dejara de amarte…, moriría por dentro…
que no sé amar de otra manera…
que no, que no puedo negarlo…
que te amo… y lo seguiré haciendo…
cuarenta años más… y quinientas mil vidas más que viva...
 
Urtebetetze Zoriontsua, nire bizitza!
 
¡Feliz cumpleaños, mi vida…!

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