Primer Aniversario de tu adiós (Mª Dolores)

Hoy 29 de junio hace un año que te fuiste para siempre y quiero contarte...
que no... que no resulta fácil mirar el calendario sin maldecir sus latidos...
y descubrir el vuelo kamikaze de sus guarismos…
asistir al experimentar del tiempo con la vida jugando a fabricar sucesos…
ni sobrevivir a esa hemorragia de días y noches
salpicando a borbotones nuestras sueños…

No, no resulta fácil evocar tu recuerdo sin sucumbir a las lágrimas...
sentir el crujir de tu voz y girarnos para ver tan solo la danza de tus sombras...
ni cerrar los ojos al dolor del corazón que sin verte... se ahoga...

No, no resulta fácil dominar esa espiral inversa…
esa estúpida verdad que se obceca en negar tu presencia…
A ratos, discuto tu ausencia con las olas desde la arena
y pago mi ira amenazándoles con arrebatarles de por vida el mar…
o con quitarle la sal a su memoria…
si se empeñan en no traer en el romper de sus crestas
tu figura… con tu voz y con tu aroma…
Pero la marea viste el océano de cielo a modo de respuesta…
y hasta su caligrafía destila auténtica belleza
al retorcer su espuma blanca contra el lecho de las rocas…

No, no resulta fácil asimilar tu adiós…
es... como intentar quebrar las palabras con las manos
como entender que las rosas nunca brotarán del hielo…
No…. ni sentarme a escribir desde la huella de tu recuerdo...
y arrancarle los reflejos de los sueños a la luna sin hacer sangrar al silencio...
No…

Ha pasado todo un año desde que una noche vino a sofocar tus ojos…
dejándonos sin tu luz en este espacio ciego…
donde nuestros cuerpos siguen vivos contemplando la marcha de los días lentos…
con la vida descosida… y nublados por dentro…
Y… por mucho que escueza y que recordar todavía duela…
tal vez tengamos que intentar aprender a ensayar sonrisas
que celebren la suerte de haberte tenido en nuestras vidas...
dejar de achantar a las olas y admitir que su magia es otra y no la de traerte más…
que tu vacío es duro y frío… que no estás ni estarás jamás…
aunque seguirás siempre bajo el techo de nuestros recuerdos...
y... desde ese refugio de nuestras almas… 
seguirás viviendo en ella, en ellos, en mí... y...
en todos los que te hemos querido y eternamente lo seguiremos haciendo...